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Una higiene adecuada y el buen cuidado de tu ringo, depende en principio de un análisis preventivo, generalizando los problemas específicos que pueden afectarlo a mediano y largo plazo. Comprendiéndolos y previniéndolos, lograremos que estos no lleguen, y si lo hacen, podremos manejarlos a tiempo y minimizarlos satisfactoriamente.
A la mayoría de los ringos les divierte el agua y al bañarlos gozan de esta actividad. Esto les ayuda en periodos donde el calor les sofoca y también, beneficia su reeducación cuando han sufrido recientemente una intervención ósea o articular.
En este punto, se deben tener cuatro cuidados fundamentales:
El tiempo entre baños no debe ser menor a 20 días para no perder los aceites esenciales del pelaje y no exagerar en el uso de sustancias adicionadas a jabones y champús, que deterioran su estado natural. Un paseo con tiempo lluvioso no implica un baño al volver a casa; puedes secar a tu ringo con una toalla limpia y peinarlo para evitar el mal olor.
Agradable y conservando temperatura ambiente. No usar agua ni muy caliente ni muy fría, para evitar cambios drásticos de temperatura en el organismo de nuestras mascotas. No olvidar, tener especial cuidado con sus oídos para que no entre agua y así protegerlos de procesos infecciosos como la otitis
Siempre realizar esta acción con toallas secas que faciliten el remover los restos de humedad del cuerpo, evitando generar microclimas propicios a hongos, levaduras y parásitos. . En perros pelo largo, se puede hacer uso de secador eléctrico para acelerar este proceso.
Para esto, preguntar en el mercado cuáles productos poseen pH ligeramente básico que no cambien drásticamente el de la piel de la mascota. Mientras que el perro maneja en su piel pH de 7,5 es decir básico; los humanos tenemos en nuestra piel un pH de 5,5 es decir ácido. Por eso productos de uso humano, no son recomendados para nuestros peludos.
La muda del pelo se genera dos veces durante un año (esto varía dependiendo de la raza de tu ringo). Si el perro vive en un entorno demasiado cálido, la caída de este puede ser más frecuente. Debes examinar a tu mascota de manera cuidadosa y regular. Las caricias y el afecto pueden ayudar a descubrir posibles anomalías como por ejemplo:presencia de garrapatas, infecciones cutáneas, entre otras.
El cepillarlo ayuda a eliminar los pelos muertos y la suciedad acumulada en el pelaje. El material que uses para el aseo varía dependiendo de la raza; de acuerdo a su pelaje, escoge la solidez y la forma de la separación de los dientes del cepillo. Para los ringos que tengan un pelaje espeso o abundantes mudas, una almohaza será una excelente elección.
Fuentes
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