En estos casos especiales de pérdida de las mascotas, debes darte tu espacio y elaborar el duelo como lo llama Monsalve, es decir, pasar y entender las etapas que hemos llegado a oír alguna vez.
Etapas para comprender la pérdida de mi perro
- El shock es como que “no puedo creer que mi ringo se haya ido”. Además, muchas veces piensas que no es real o que no es justo lo que te está pasando.
- La tristeza es ese bajón de ánimo porque ya tu perro no está. Puedes llorar, no tener ganas de comer o no querer hacer nada.
- El enojo no es solo sentir furia, muchas veces viene con sentimientos de culpa en los que piensas que pudiste hacer algo para salvarlo.
- La negociación es el momento en el que ya entiendes que no está, entiendes que tu perro se ha ido y que ese acontecimiento hace parte de la vida.
- La elaboración no es que todo esté solucionado o vuelva a ser como antes. Es que puedes volver a tu vida normal, puedes seguir adelante aún extrañando a tu perro.
¿Cómo llevar la pérdida de un perro?
Monsalve nos dice que despedirse, sin importar si fue por una enfermedad larga. “Si tu perro va a pasar un proceso como la eutanasia o sabes que va a morir, puedes ir y hablar con él, darle las gracias por todo lo que hizo por ti, decirle en qué ayudó a hacer tu vida mejor y prometerle que estarás bien. Las caricias son muy importantes en este momento’’