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Cuando las pulgas invaden, no solo causan incomodidad. También pueden afectar la salud de tu peludo, generando alergias, heridas y hasta anemia. Por eso, como tenedor responsable, es clave conocer los tipos de antipulgas disponibles, cómo usarlos correctamente y cuáles se ajustan mejor a tus recursos y a la realidad de tu ringo.
Desde Ringo, te compartimos esta guía práctica con opciones efectivas y accesibles para mantener a tu perro protegido.
Las pulgas son más que una simple molestia. Estos parásitos se alimentan de la sangre de tu perro y pueden transmitir enfermedades, provocar dermatitis alérgica, pérdida de pelo, heridas por rascado y debilitar el sistema inmune.
Además, se reproducen con rapidez y pueden infestar tu hogar. Por eso, la prevención y el tratamiento oportuno son parte de una tenencia responsable.
Son una alternativa económica y fácil de usar. Libera ingredientes activos que protegen a tu ringo durante semanas o meses.
Ventajas:
Recomendación: Asegúrate de que quede bien ajustado y evita que lo mastique.
Son líquidos que se aplican directamente en la piel, usualmente en la zona del cuello. Ventajas:
Ten en cuenta: No debes bañar al perro 48 h antes ni después de la aplicación.
De uso oral, actúan desde el interior eliminando pulgas que se alimentan de la sangre. Ventajas:
Ojo: Siempre consulta al veterinario antes de administrar cualquier medicamento.
Ideales como medida inmediata, especialmente si ya ves pulgas en su pelaje. Ventajas:
Recomendación: No usar de forma frecuente en cachorros o perros con piel sensible.
Pueden aplicarse sobre el pelaje y en superficies como camas y cobijas. Ventajas:
Precaución: Algunos perros pueden ser sensibles a los aerosoles.
Existen muchas opciones accesibles que puedes considerar según tu presupuesto. Si quieres conocer más formas de eliminar las pulgas de tu perro, te invitamos a leer este blog de Ringo: Cómo quitarle las pulgas a tu perro
Algunos perrunos optan por remedios naturales como baños con vinagre blanco, manzanilla o aceites esenciales diluidos. Sin embargo, desde Ringo no los recomendamos, ya que pueden poner en riesgo la salud y el bienestar de los peludos.
Estos métodos no garantizan una eliminación efectiva de las pulgas y, en algunos casos, podrían causar irritaciones, intoxicaciones o reacciones adversas.
Ante cualquier infestación, lo más responsable es consultar con el veterinario y elegir un tratamiento seguro y aprobado.
Si tu ringo está muy infestado, lo mejor es actuar rápido. Un baño antipulgas puede ser el primer paso, pero es necesario complementar con tratamiento oral o tópico, limpieza del hogar y seguimiento con el veterinario.
Una infestación no tratada puede derivar en anemia o enfermedades más graves, especialmente en cachorros o perros débiles.
Desde Ringo creemos que la salud de tu perro no debe depender de cuánto puedas pagar. Por eso, apoyamos a los perrunos con información clara y útil para tomar buenas decisiones.
Proteger a tu ringo de las pulgas es cuidarlo con responsabilidad. Consulta siempre con un veterinario y elige el antipulgas que mejor se adapte a tu peludo y a ti.
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