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Así como las personas, los perros también pasan por el proceso de muda de dientes durante sus primeros meses de vida. Los cachorros suelen tener algunos síntomas muy similares a los que tiene un niño en esta etapa.
Este proceso se da cuando a los cachorros se les caen los famosos dientes de leche, que son los dientes que se le desarrollaron en las primeras semanas cuando nació y es allí cuando comienzan a salir las piezas dentales adultas. Esto ocurre en el primer año de vida entre los 5 y 9 meses; es por ello que hay que tener mucha precaución y estar al tanto de tu ringo. En este artículo te aconsejaremos para que este proceso sea amigable para ti y tu mascota.
En la edad de 5 meses los dientes de leche comienzan a aflojarse, debido a que las raíces se absorben y así poder caerse para que los dientes definitivos comiencen a salir. Los primeros en salir son los dientes incisivos premolares, seguidos por los caninos, los premolares y los últimos son los morales.
Si por algún motivo notas que cuando termine la muda tu ringo sigue con algún diente de leche, no debes permitir que el diente definitivo salga, porque puede causarle problemas dentales al estar dos dientes en el mismo espacio y además los alimentos que ingiere pueden quedarse atorados, causándole mal olor e incluso infecciones. En este caso es recomendable que lo lleves al veterinario y seguir todos sus cuidados.
La etapa de muda en nuestros perros en muchas ocasiones pasa desapercibida, esto ocurre porque muchas veces los cachorros se tragan los dientes. Sin embargo, el síntoma principal y más común es la salivación excesiva; en distintos casos también se puede presentar inflamación de encías, saliva con algunas pintas de sangre y tu perro puede estar mordiendo más de lo normal lo que encuentre a su alcance.
Antes de que tu ringo reciba un castigo por morder tus cosas, debes ayudarlo con algunos juguetes especiales para sus encías, lo puedes encontrar en tiendas de mascota e incluso tú mismo puedes diseñar sus propios rascadores de encías para que tu perro pueda entretenerse con ellos.
El hielo es una buena alternativa para el juego, debido a que son crujientes y los pueden perseguir mientras se resbalan en el piso, ellos intentarán morderlo y así calmar la picazón de sus encías.
Esta alternativa es bastante económica y divertida para tu ringo. Toma una botella grande o dos pequeñas, retira su tapa, los anillos de seguridad y las etiquetas; y listo, ya tienes un buen juguete, tírala y verás lo mucho que disfrutará de ella.
Busca una pelota que tu ringo pueda morder y que no se desinfle de inmediato, que sea grande para que no corra peligro al ingerirla. Después de que la tengas introdúcela en unas medias viejas que no utilices, hazle un nudo bien ajustado y listo tu cachorro podrá jugar con ella.
Este vegetal es de contextura dura y para los cachorros suele ser bastante atractivo para mordisquear, además de ser un alimento saludable para premiarlo. Si deseas la puedes congelar para que la zanahoria dure más tiempo y pueda calmar sus encías inflamadas.
Toma una botella plástica, quítale las etiquetas y el anillo de seguridad, pero déjale la tapa. Comienza a realizarle agujeros tanto grandes como pequeños, luego agrégale su concentrado Ringo preferido y séllalo con la tapa y listo tendrás un rasca encías casero.
Los juguetes son la mejor opción que le puedes brindar a tu perro para que no dañe tus pertenencias, de igual debes recordar que es una etapa corta por la que pasan todos los cachorros. Lleva la calma que todo pasará. No olvides seguirnos en nuestras redes sociales Instagram @efectoringolatam y Facebook: Efecto Ringo Panamá y contarnos ¿cuál es el juguete favorito de compañero?
Fuentes
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